La corte de Arturo se ha trasladado a Camelot, donde ha mandado construir un salón de enormes dimensiones para dar albergue a la gran mesa redonda, regalo de bodas del Rey Leodegranz, padre de Ginebra. Tras la gran batalla de Monte Badon, en la que fueron vencidos los sajones, la paz se extiende por toda Bretaña; pero la Gran Sacerdotisa de Avalon acusa a Arturo de haber traicionado el juramento por el cual le entregó la espada Excalibur y su vaina mágica. Al no ser escuchada, decide visitar Camelot con ocasión de la gran fiesta de Pentecostés, en la que el Rey Supremo escucha las reclamaciones de sus súbditos e imparte justicia, y presentarse ante él para exponerle sus quejas como una súbdita más.